Hay una frase que dice «Si haces negocios con precios bajos, morirás a causa de la pobreza que obtendrás por esos precios bajos«. ¿Quieres que a tí NO te pase? Pues entonces sigue leyendo.
Esta frase, que a nadie le gusta sentir en su vida, define mucho la realidad de muchos trabajos hoy en día en Internet, pero sobre todo la calidad de los trabajos que día sí, o día también se realizan por toda la blogosfera.
Como profesional, ya seas freelance, profesional independiente o comercial por cuenta ajena de una agencia de comunicación, casi cada día, te encuentras que el posible cliente que quieres captar, te está pidiendo «un descuento» o «una rebaja» porque el precio que le has presupuestado le parece alto con el clásico argumento que «la cosa está mal ahora» o «con la crisis de la pandemia los beneficios han bajado» o «el resto de los proveedores tienen precios mucho más bajos» o «los demás bajan los precios» o frases similares.
Pero claro está, el servicio que piden lo siguen queriendo en un corto período de tiempo y con la máxima calidad para obtener los mejores resultados.
Como habrás podido comprobar, hay más de 12 páginas en Google con enlaces a webs y blogs donde se habla de este tema con diferentes perspectivas y desde distintos puntos de vista, pero en muchos se omiten datos para evitar entrar en polémica. Algunos de los blogs que explican bastante bien este tema te los he mencionado más adelante, para que así puedas documentarte mejor, que siempre es bueno estar informado.
Pero como es algo que hay que hablar aunque eso suponga entrar en polémica, hoy voy a tratar este tema porque, de vez en cuando, veo como principiantes en el mundo digital piden consejo de cuanto cobrar por un determinado trabajo y pienso que siempre es bueno echar una mano a los demás y decir las cosas por su nombre sin remilgos.
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Si tú eres de los que usas la estrategia de poner precios bajos como la forma de vender y así conseguir más clientes, esa es la peor decisión que has tomado porque estás menospreciando lo que haces, pero sobre todo te estás menospreciando a tí mismo.
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Te lo explico. En este artículo hablaré de…
- ¿Eres tú una gran empresa o un simple freelance?
- Tu negocio irá creciendo si consigues tener un flujo constante de ventas y de ...
- Bajar los precios es equivalente a «mendigar» por una limosna.
- ¿Cuánto debo cobrar por mi trabajo?
- La gran fórmula para valorar tu trabajo.
- ¿Qué es lo que yo hago?
- ¿Qué leer si quieres saber más?
Como habrás visto en el índice, el tema tiene mucha miga, pero es importante leerlo bien y tenerlo claro, si de verdad quieres vivir de Internet, como suele decirse, pero de una manera razonable, no mendigando con un precio bajísimo para así conseguir un trabajo frente a otros colegas que al igual que tú quieren vivir de su trabajo en Internet.
Antes de nada tienes que tener claro que servicios quieres ofertar, vamos para ser más directos ¿qué es lo que haces? porque dependiendo de ello trabajarás más o menos para conseguir el objetivo del cliente y por tanto el esfuerzo que tendrás que realizar.
Pero empecemos por el principio…
1. ¿Eres tú una gran empresa o un simple freelance?
Las grandes empresas (ya sean agencias de comunicación o publicidad) juegan en las grandes ligas y sus negocios se rigen con otras reglas, unas reglas con las que tú no puedes jugar porque no estás a ese nivel. Sé realista, a ese nivel se hace negocio con grandes cuentas, donde el presupuesto tiene muchos ceros y el trabajo es para campañas de varios meses.
A ese nivel, tienes que invitar a almorzar, jugar al golf y enviar como regalo unas entradas de primera fila para la final de la liga de fútbol.
Tú tienes que ser realista con quien eres y que puedes hacer, porque esa es la imagen que debes mostrar, todo aquellos que quieras aparentar de más, será algo que te perjudicará en el futuro.
Tú eres un freelance o emprendedor debe generar ingresos desde el día uno. Porque el dinero que has invertido en tu propio negocio es algo que debes recuperar lo antes posible.
2. Tu negocio irá creciendo si consigues tener un flujo constante de ventas y de fidelizar clientes.
Un cliente feliz es un cliente que repite, pero lo más importante es un cliente que te recomienda. A mí me ha pasado y de alguna forma mis clientes están haciendo la función de comercial para mí de forma indirecta, en el momento que habla con sus proveedores, distribuidores o clientes de lo contento que está con el trabajo que les hice y del beneficio que han conseguido con la inversión realizada.
Esto solo se consigue si trabajas con calidad, y la calidad hay que valorarla y ese valor no es barato. En cambio si bajas precios, el mismo cliente no sentirá que tu trabajo tenga mucho valor porque a él no le costó tanto, pero claro si no lo valora y no lo paga, tampoco puedes darle mucha calidad y por tanto en cuanto encuentre a otro profesional que haga lo mismo un poco más barato o más rápido que tú, no se lo pensará dos veces (aunque siempre hay el avispado que viene diciendo aquellos, «el otro me lo hace más barato, ¿me bajas tú el precio, o me voy con él? «.
Aquí podrías decirme algo como, «bueno ahora pongo un precio barato y poco a poco voy subiendo los precios», pues me temo que la cosa no funciona así. Si asocian tu imagen como «el barato» luego te costará muchísimo cambiar esa imagen.
3. Bajar los precios es equivalente a «mendigar» por una limosna.
Aquí la fotografía que encabeza este artículo que encontré de Jordan Rowland y que descargué de Unsplash (una de las webs en las que suelo buscar inspiración para las fotografías que suelo usar en mis artículos) simboliza muy bien la idea que muchos tienen de bajar los precios.
Aquí hay que ser muy realista, cada uno tiene sus circunstancias personales, las facturas hay que pagarlas y la economía personal puede no ser tan buena como un quisiera, pero ¿crees que bajando los precios cambiará? pues me temo que no.
Lo mejor es buscar otra fuente de ingresos alternativa que cubra tus gastos mensuales. Con esto no pretendo dar ninguna lección de vida, pero siempre hay alternativas si vas a buscarlas, porque solas no vienen.
4. ¿Cuánto debo cobrar por mi trabajo?
Esa es la pregunta que todos, pero todos sin excepción, se han hecho una, dos y tres veces, cuando hemos tomado la decisión de trabajar por cuenta propia.
Realmente el precio que puedes cobrar es decisión tuya, porque eres tú quien pone tu precio, pero es muy importante que pongas ese precio en función del valor que des a tu trabajo y lo más importante a tí como profesional.
Me explico, si acabas de empezar, es mejor tener en cuenta una frase que Javi Pastor mencionó una vez en una de sus clases: «Al comenzar tu carrera, lo que aprendes importa más que lo que cobras«.
Esto quiere decir que es mejor centrarte en aprender, probar, depurar y construirte como marca profesional en vez de pensar en ganar dinero desde el primer día. Cuando ya tengas una experiencia, es precisamente la que puedes usar para «venderte» y establecer tu precios; pero más bien lo haces por el caché que poco a poco vas consiguiendo.
5. La gran fórmula para valorar tu trabajo.
Después de haberte explicado las consecuencias y la realidad de bajar los precios, viene lo que realmente todos hemos necesitado saber a la hora de valorar nuestro trabajo. Pero para ello nada mejor que un ejemplo…
Supongamos que tienes unos gastos mensuales de 2.000 euros al mes (luz, teléfono, comida, conexión a Internet, etc).
Al mes tienes 160 horas de trabajo.
Eso quiere decir que el precio por hora trabajado es de 12,50 euros
A esto deberías incrementarle el beneficio, que suele ser de un 20% a un 30% (ya sabes, vacaciones, días enfermos, etc).
Supongamos que aplicamos un 25%. lo que nos da como total 15,6 euros. Pues ese sería tu precio por cada hora trabajada.
Ahora solo tienes que multiplicarlo por la estimación que tu has hecho de realizar todo el trabajo que te pide el cliente.
Para seguir este pequeño ejercicio, supongamos que el trabajo lo haces en 5 horas, eso es un total de 78 euros.
En el caso que vivas en otro país, para saber el total bastaría que consultaras el cambio de moneda y lo dividas tal cual.
Pues con esta simple fórmula ya puedes ir preparando tu presupuesto de una manera razonable, pero sin que tú pierdas «dinero» por trabajar muchas horas que no cobrarás y valorando realmente tu servicio.
Como dato aclaratorio, esta fórmula es la más usada a la hora de valorar la hora de trabajo como profesional de Internet, por ejemplo copywriter, programador web junior, bloguero, analista SEO junior, etc.
Como habrás apreciado he incluido la coletilla «junior» o lo que es lo mismo que «principiante», así que cuando vayas adquiriendo experiencia, ya sabes, bueno realmente tú mismo irás haciéndolo por inercia, como subir los precios para adecuarlos a la calidad de tus trabajos y al mercado del país donde lo realices.
Pero esto es solo la base para empezar, ya que con el tiempo, tú mismo irás cogiendo confianza en tu trabajo y lo irás valorando más. Además siempre puedes ser más selectivo con los clientes y aprovechar que tú ya tienes cierto caché para cobrar más por tu servicios.
Para que tengas una idea más gráfica, te aconsejo que veas este ilustrativo video de @Nekodificador para tenerlo más claro.
Y para que tengas más claro los distintos conceptos, aquí tienes otro video donde lo explica de una manera clara.
6. ¿Qué es lo que yo hago?
Yo personalmente, tengo claro una serie de factores que a la larga me ha funcionado muy bien.
Para empezar selecciono mi cliente ideal, eliminando aquellos clientes tóxicos que antes de contratar nada, ya te están pidiendo descuentos pero exigiendo que tenga una larga y dilatada experiencia; vamos el típico de quiero mucho pero pago poco.
Luego hablo muy claro con ellos, presentando mi presupuesto y mis condiciones de trabajo, donde siempre mantengo una tranquila conversación para unificar términos y que ninguna de las dos partes se sienta «engañada». Si es duro decirlo, pero es mejor hablar al principio en vez de las reclamaciones al final.
A lo largo del trabajo, se hace un seguimiento por parte de los dos, para así ver como se realiza el trabajo y en todo momento tener una flexibilidad.
Y una vez entregado el trabajo, se tiene un período de prueba, por si surge algún imprevisto (personalmente solo me ha sucedido en dos ocasiones, y se resolvió por si mismo).
Si durante todo el proyecto hay una comunicación fluida y con confianza, al final todos salimos contentos y con el objetivo cumplido. Y para que veas que he tenido muy buena relación con mis clientes, aquí puedes leer tu mismo lo que dicen de mí, ya que es algo que suelo pedir para mejorar yo mismo.
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7. ¿Qué leer si quieres saber más?
Como sobre este tema hay mucho por decir y cada uno tiene su propia opinión, aunque yo ya aplicaba desde hace años la fórmula que te he comentado, he querido buscar a otros autores que han escrito sobre el tema para elaborar este artículo.
Entre los muchos que hay yo destacaría:
- ¿Cómo poner precio a mi trabajo? de Ariel Baños
- No bajes el precio de tu trabajo, mejor aumenta el valor de tu marca de Yaelbern
- Una fórmula simple para ponerle precio a tu trabajo de Etsy
- Aprende a calcular el precio justo de tu hora de trabajo como redactor de Roger Garcia
Personalmente y después de haber leído casi una veintena de blogs, creo que no queda muy claro diversos conceptos que yo considero necesarios saber como son «el valor de tu trabajo» «tu propio valor personal» «como calcular tu precio real» «que beneficio aplicar a tu trabajo» o «como empezar a tener un precio de referencia; y que según he leído, son temas muy peliagudos y polémicos por considerarlos mucha gente como tabú. Por eso he querido yo mismo tratar este tema que has podido leer hasta aquí.
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Bueno, ahora te toca a tí darme tu opinión al respecto, porque estoy seguro que tú tendrás otra manera de hacer los presupuestos o empezastes con alguna otra fórmula. Si me lo dejas en un comentario, desde ya te lo agradezco, porque tanto yo como otros lectores de este artículo, seguro que nos vendrá bien saber.
Pablo